"Hulk" (2002), dirigida por Ang Lee, es una exploración audaz y singular del icónico personaje de Marvel. La película se destaca por su enfoque en la psicología del protagonista, Bruce Banner, interpretado por Eric Bana, centrándose en sus conflictos internos y las repercusiones de su transformación en el gigante verde.

La narrativa, aunque lenta en su desarrollo, se sumerge en la complejidad emocional de Banner y sus relaciones, desentrañando capas de su pasado y revelando las raíces de su ira latente. La película toma riesgos al alejarse de la típica estructura de origen de superhéroes, explorando temas de trauma y responsabilidad.

Visualmente, "Hulk" es una experiencia única. Ang Lee adopta un estilo visual distintivo, utilizando técnicas de montaje y presentación gráfica inspiradas en cómics. Las secuencias de acción, especialmente las transformaciones de Banner en Hulk, son presentadas de manera innovadora, fusionando elementos visuales y narrativos.

A pesar de las críticas divididas, la película es memorable por su enfoque arriesgado y su intento de llevar el género de superhéroes a nuevas alturas narrativas y visuales. "Hulk" es una obra que desafía convenciones y merece reconocimiento por su ambición y singularidad en el universo cinematográfico de los superhéroes.